La importancia de cerrar ciclos

22.04.2023

Cerrar ciclos significa dar por finalizada una etapa en la vida; ya sea una relación, un trabajo, una amistad, un proyecto, un negocio, etcétera. Es un proceso que implica aceptar el final de algo y dejarlo ir para abrir paso a nuevas experiencias.

Cada etapa en nuestra vida tiene un propósito. Puede ser una lección valiosa, una experiencia que nos ayuda a crecer, o simplemente un momento que debemos atravesar para llegar a otro lugar. Sin embargo, es importante poder reconocer el agotamiento de esa etapa para soltarla sanamente.

Cerrar ciclos no significa olvidar lo vivido, sino más bien, dejar ir aquello que ya no nos aporta nada y guardarnos el aprendizaje. Al cerrar un ciclo, podemos sanar heridas emocionales, liberarnos de relaciones o situaciones tóxicas y abrirnos a nuevas oportunidades.

El mayor obstáculo para cerrar ciclos es el miedo a dejar ir lo que ya conocemos, incluso si no nos está haciendo ningún bien. Tememos a lo desconocido y preferimos quedarnos en nuestra zona de conformidad, aunque eso signifique seguir sufriendo. Aceptar el final de algo puede ser difícil y puede llegar a ser muy doloroso. Las dudas y la incertidumbre pueden paralizarnos. Sin embargo, cuando logramos aceptarlo, nos abrimos paso al crecimiento.

Cuando cerramos un ciclo, nos liberamos emocionalmente de la situación o las personas involucradas. Podemos dejar atrás sentimientos de culpa, resentimiento, tristeza o dolor.

Cerrar un ciclo es un proceso y requiere incorporar estos seis puntos:

  • Aceptar el final: Lo que era ya dejó de serlo. Quizás cambiaron las circunstancias, cambiaron las personas, mutaron los sentimientos o intereses. Lo que sea que haya variado ya no volverá a su formato original. Aceptarlo cuanto antes nos liberará del dolor emocional.

  • Perdonar: Principalmente a nosotros mismos y luego a todos aquellos que nos hayan herido de alguna forma. El perdón nos permite liberar resentimientos y dejar ir el pasado.

  • Aprender de las experiencias: Toda etapa nos deja un aprendizaje de todo aquello que no deberíamos volver a hacer y todo lo que deberíamos hacer mejor.

  • Soltar: Debemos dejar ir todas aquellas cosas que ya no nos aportan nada o que nos condicionan de alguna forma.

  • Agradecer: Despedir una etapa con gratitud nos dará fortaleza emocional.

  • Visionar: Para dejar atrás algo necesitamos avanzar mirando hacia el futuro. Crearnos una visión clara de lo que queremos y emprender el camino nos alejará del lugar al cual no queremos regresar.

Cuando logramos cerrar un ciclo, estamos alimentando nuestra seguridad y nuestra autoestima. Nos estamos diciendo a nosotros mismos que somos capaces de priorizarnos y que tenemos la determinación de preservarnos de toda situación que vaya en contra de nuestra estabilidad emocional.

Cerrar ciclos nos permite cerrar una puerta detrás nuestro y abrir otra por delante. Nos permite seguir nuestro camino y dejar atrás el pasado para avanzar y vivir plenamente.

¿Te está costando cerrar algún ciclo? Contáctame, yo puedo ayudarte.

Fabricio Grillo